Afelandra no es fácil de cultivar, pero merece la pena.
Luz: Sitio con buena luz, pero nunca al sol directo.
Humedad: La Afelandra necesita una atmósfera húmeda, por lo que si la pones cerca del radiador tendrás que pulverizar sus hojas, o bien, dejarla sobre un cuenco con piedras mojadas.
Riego: En general, 2 riegos a la semana todo el año menos en invierno, que se reduce a uno cada 7 ó 10 días, según esté de fuerte la calefacción.